Un personaje con el que haremos monitoreo al crecimiento de los niños y niñas de la ciudad y que de manera pedagógica facilitará a las familias estar atentos a la talla de los niños de acuerdo a su edad.
Alcaldía de Medellín
La Zaritalla nace el Programa Buen Comienzo de la Alcaldía de Medellín como estrategia pedagógica, de comunicación y concientización sobre la importancia de estar atentos al crecimiento de las niñas y los niños. En ese sentido, el uso de personajes en un tallímetro de pared o en los espacios donde hay niñas y niños, envía un mensaje supremamente importante sobre la vigilancia del desarrollo de los mismos.
El enfoque de la estrategia está en la Talla, entendiendo que es la que se encarga de reflejar el desarrollo y crecimiento. En concordancia, la invitación es a que, de una manera fácil y familiar, los adultos monitoreen el crecimiento de las niñas y niños a cargo, y en caso de dudas consultar con el personal de salud.
Ver video-narración del cuento de Zaritalla Hernandez en el siguiente link:
A lo anterior se suma la necesidad de hacer de este proceso un momento pedagógico e ilustrativo para todos, desde el contexto y particularidades del Distrito Medellín, de ahí que integramos el tema la fauna y de transformación de conceptos negativos y que atentan contra la vida y supervivencia de los animales que hacen parte de nuestro entorno, como las zarigüeyas.
Cuento de Zaritalla en lenguaje de señas
Descargar el cuento de Zaritalla en PDF en haciendo clic aquí
Debemos generar, desde la Primera Infancia, cultura de protección hacia nuestra fauna y al ecosistema que nos rodea. En el caso de la Zarigüeya se considera un animal altamente vulnerable y expuesto a toda clase de ataques. Pretendemos que las niñas y los niños conozcan sobre el animal y la importancia que tiene para el entorno. Soñamos que en el futuro las zarigüeyas sean valoradas, protegidas y que, por muchos años las niñas y los niños crezcan sanos y fuertes, vigilados por nuestra Zaritalla.
También puedes solo escuchar el cuento haciendo clic aquí
Leer el cuento de Zaritalla Hernández:
Zaritalla Hernández… en una cálida y radiante tarde, el sol entra por las rendijas de las ventanas del hogar de zarigüeyas, y el suave viento pasa por las ramas del árbol en que vive esta familia, acariciando las melenas mientras duermen. Los pájaros petirrojos cantan su himno de alegría para despertarlas suavemente.
La familia es amorosa, comparten cada momento y son felices. La primera en levantarse es la mamá, Emilia; se pone de pie y se estira un poco, luego prepara unos deliciosos panecillos de frutas. Papá Emilio se da una refrescante ducha antes de ir al trabajo como jardinero, y Zaritalla se estira en su cama mientras piensa cómo será su noche en el jardín infantil.
Zaritalla está rodeada por su familia y otros animales que pasan por el árbol. Tiene una trompa estirada, rosada y sonriente; sus ojos son pequeños y mágicos, su pelaje suave y brillante. Cada tarde se levanta feliz y despeinada, porque de tantas vueltas que da su cama durante el día, el pelaje queda como una esponja enredada.
Al empezar la tarde, sin falta, Zaritalla toma una deliciosa ducha con hojas de menta para oler rico y estar fresca. También usa la crema de aguacate para peinarse… todo esto después de asear su habitación, claro… porque parece que hubiera pasado un huracán.
Luego de estar lista, se lava los dientes, se pone los aretes que más le gustan para lucirlos en su primera noche de estadía en el jardín infantil, y luego abre la ventana para que su mejor amigo, el petirrojo, cene junto a ella y sus padres antes de irse a su nido. Es un pájaro muy alegre, le gusta cuidar sus plumas; sus alas son pequeñas y ligeras, y por eso muy hábil volando con insectos frescos y gusanos ricos.
Mamá Emilia los llama a la mesa. Preparó deliciosos panecillos de frutas, zanahorias crocantes, ensalada de remolacha, duraznos y ricas naranjas. Los amigos empiezan a comer. Zaritalla no está muy a gusto para comer esos panecillos de frutas y le dice a su mamá:
– «Esto no me va a dar energía para jugar en el jardín infantil…»
Petirrojo le dice a mamá Emilia:
– «Está delicioso. Me siento con fuerzas y mis plumas están relucientes…»
Luego le dice a su amiga:
– «Come eso que te preparó tu mamá, está rico y te hará mucho bien…»
Zaritalla no tuvo en cuenta lo que le dijo su amigo y se fue para el jardín infantil sin terminar su cena… no le gusta comer eso, tampoco las verduras, ni los panecillos de frutas…
En el camino, observa muchas frutas, flores y árboles a su alrededor. Zaritalla está feliz en su primera noche en el jardín infantil. Al finalizar la noche, regresa por el mismo camino que tomó en la tarde. Ya de vuelta en casa, le cuenta a su mamá Emilia cómo fue su experiencia: «Al llegar al jardín, nos dan la bienvenida con canciones y juegos. Nos invitan a mirar cómo hemos crecido y a medirnos con una cinta que tiene unas marcas. Con ellas, la profesora observa cuánto hemos crecido. Yo estaba emocionada porque creía que estaba muy alta. Cuando la profe me llamó, saqué mi cola y mi pecho, me paré derechita en la cinta pegada en la pared, pero mi marca no llegó donde la profe indicó que debía estar según mi edad. Me dijo que me faltaba crecer un poco más y que hablara con mis padres para ver cómo puedo alimentarme mejor. Eso me dejó triste, mamá.»
Después de escuchar la historia, mamá Emilia abraza a Zaritalla y le dice: «Por eso es importante comer frutas y verduras para mantenerte fuerte, saludable y con ganas de jugar, bailar, explorar y contar historias. Si comes bien, como tu amigo el petirrojo y como tus padres, crecerás sana y fuerte. Las frutas y verduras tienen nutrientes y vitaminas que dejan tu pelaje suave, te hacen crecer y estar feliz. Así, cuando vuelvan a medirte, tendrás unos centímetros más de altura y estarás muy sana.» Zaritalla escuchó atentamente y prometió tener en cuenta lo que le dijo su madre.
Zaritalla comprende ahora por qué su mamá Emilia le sirve frutas y verduras, y por qué hace postres de gusanos amarillos y tortas de caracoles con lombrices para su amigo, ricas auyamas, panecillos de frutas y vegetales en salsa de tomate. Después de unos meses en el jardín infantil, la volvieron a medir en la cinta métrica con marcas, y Zaritalla ya medía más centímetros que la última vez, lo que los dejó a todos muy felices. «Ya veo por qué es importante comer saludable. No solo he crecido, también estoy mucho más peluda, huelo más rico y mi pelaje no se enreda. Tengo alegría de levantarme en las tardes y limpio mi habitación. Ahora juego mucho con mi amigo antes de salir al jardín infantil. Y juntos crecemos y nos alimentamos bien». Es así como Zaritalla aprendió la importancia de comer frutas y verduras para alimentarse mejor y crecer más y más.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado…
Esperamos que el cuento de Zaritalla Hernández te haya gustado.
Trivia del cuento Zaritalla
Preguntas:
- ¿qué ha preparado mamá Emilia para Petirrojo y Zaritalla?
- ¿En qué trabajaba papá Emilio?
- ¿Cómo medía la maestra a los niños para ver cuánto habían crecido?
- ¿Por qué estaba triste Zaritalla cuando la maestra la midió en la cinta con marcas?
- ¿Qué debía hacer Zaritalla para alcanzar la altura ideal según su edad?
Respuestas:
- Muy bien, preparaba pastelillos de frutas.
- Muy bien, papá Emilio trabajaba como jardinero.
- Muy bien, en una cinta con marcas.
- Súper bien, porque no alcanzaba todavía la altura que debería tener para su edad.
- Muy bien, debía alimentarse muy bien, comer frutas y verduras para crecer sana y fuerte. Esto ha sido todo por hoy. Esperamos que te haya gustado y recuerda compartir con tus amigos… ¡Hasta la próxima!
Burudai Chi Wawara: Primer centro infantil de atención diferencial a población indígena en Medellín La diversidad cultural es un tesoro Read more
Estamos emocionados de anunciar que nuestra Corporación Abrazar estará presente en la Feria del Libro y la Cultura de Medellín Read more
https://youtu.be/OCelHmd5b5g "Un Vistazo a Nuestros Logros en 2023: Rendición de Cuentas de la Corporación Abrazar" Saludos a todos los miembros Read more